Mutsumi-chan fue a leerse las cartas y a que le hicieran una limpia. Me pidió que la acompañara.
Por mi parte, estaba turbio. Quizá en aquellos momentos una mala mujer tenía mi efigie amarrada de manos, pies, boca y ojos, con hilo negro, como San Antonio en aceite de inmersión, bajo tierra, lleno de alfileres en el corazón, el cráneo y la médula… y papeles con instrucciones específicas para que dejara de pensar, para que tartamudeara y se me olvidara todo, para que entrara en pánico ante tareas complejas y odiara todo lo que me rodeaba.
Para detener a esa mala mujer no bastaba poner agua bendita en un jarrón y llevarla al buró junto a mi cama.
Seguro ella reía en silencio y esperaba que la última de mis pertenencias desapareciera también: esperaba que yo perdiera todo deseo, sobre todo el deseo carnal por cualquier otra que no fuera ella. Ése era su ultimátum: otra farsa.
Así que permanecía expectante (preocupado es otra palabra que le iba a la ocasión) disfrutando la catatonia.
Y Mutsumi-chan observaba desde el rincón con el miedo grabado en el rostro, haciendo mil conjeturas, o de preocupación o en mi contra, mientras esperaba el veredicto de esa señora que pronunciaba conjuros y me daba un limón, que se marchitó lento entre mis manos.
¿Por qué no sentí remordimiento si me sentía como mugre, eso, cochambre, ceniza, sarro, el moho en la cortina del baño, herrumbre, limadura, esa babita fétida en el tubo del fregadero, sedimento, aserrín, pelusa; si no distaba mucho de la materia de los Jales o de esa pasta verdosa que eructan las espinillas?
Yo era un hombre interesante para el Tarot. Muy interesante.
Los arcanos se amontonaban. Una sobre otra, las cartas se hacían el amor. Intentaban contarme el fragmento de mi destino que cada una conocía.
»La línea del trabajo: no había tal a esa edad.
»La línea de la vida: sigue fumando y se marcará demasiado.
»La línea del amor: bifurcada; un silencio que se prolonga…
Mutsumi-chan guardó para ella el joker que apareció en las revelaciones de la gitana.
La noche llegó con lentitud.


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